Vi
cambiar su cuerpo. Se agazapó sobre el tejado con una mano asida al alero. Toda
aquella misteriosa simpatía había desaparecido y ahora era un cazador. Eso era
algo que yo reconocía, algo con lo que me sentía cómoda porque lo entendía.
Desconecté
el cerebro. Era el momento de cazar. Respiré profundamente y atraje el aroma de
la sangre del interior de los humanos de allá abajo. No eran los únicos que
había en la zona, pero sí los que se encontraban más próximos. A quién ibas a
dar caza era el tipo de decisión que tenías que tomar antes de olfatear a tu
presa.
Ahora
era ya demasiado tarde para escoger.
Fanática,
si ya leíste todos los libros de la saga de crepúsculo no te lo puedes perder! Un
libro contado desde otra persona, aunque ya sepas el final no pararás hasta
terminar de leerlo!









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